El presente en un lapso
MARCO ALFIERI
En la multitud, todo sentimiento y todo acto son contagiosos,
y en grado tan alto que el individuo sacrifica muy fácilmente
su interés personal al interés colectivo. Esta aptitud es
enteramente contraria a su naturaleza, y el ser humano solo
es capaz de ella cuando integra una masa.
(Freud, 1920, p. 72)
Cuando Freud trabaja la noción de trauma planteando que este es una sorpresa, se produce así una separación con la concepción que mantenía la medicina hasta el momento. Esta variable sorpresiva, va acompañada de una dimensión temporal, lo que quiere decir, que es necesario que algo irrumpa abruptamente, y atraviese la estructura defensiva, para que cobre valor traumático.
Lacan trabaja la idea de troumatismo, un agujero que se relaciona con una irrupcion, y con un imposible.
El virus COVID-19, se hace presente a un ritmo vertiginoso en los discursos alterando las modalidades del lazo social. Es así que notamos cómo el orden simbólico no alcanza a dar respuestas y se producen cambios decisivos en la organización de la vida cotidiana.
Hay una experiencia de lo real del tiempo, con lo traumático que eso puede ser para cada uno, que se pone de manifiesto. Se le exige a la ciencia una solución con inmediatez, las respuestas sintomáticas mediantes las cuales los sujetos se arman una vida crujen, la situación de aislamiento e incertidumbre agudizan la sensación de desamparo.
Estas coordenadas nos permiten intentar avanzar, sobre un presente imprevisible. Una muestra de eso que se torna imposible, que se nos pierde, se escabulle, desprovisto de sentido y que se presenta insoportable, tal y como lo desarrolla Lacan en su última enseñanza “un real sin ley”.
El presente en un Lapso, es un nuevo espacio, en el que se van a incluir cada semana reflexiones teóricas y narrativas que aporten una lectura a las consecuencias que el Coronavirus introduce en nuestras vidas. En la primera entrega de esta serie contamos con los trabajos de David Albano Gonzalez, Hernan Brizio, Luciana Szrank, los cuales siguen una lógica precisa y al filo de la experiencia para dar cuenta sobre cómo operan las defensas contra lo real. Además se aprecia el relato que nos hace llegar la psicoanalista Isabel Capelli desde Italia, el país epicentro de la pandemia durante el mes de marzo.
Los lectores encontraran una apuesta de quienes hacemos esta revista, frente a una epidemia invisible y silenciosa, y retomando lo que plantea Miller (2016), invitamos a oponerle otra, que es la de darle palabras a lo imposible a sabiendas de que es una tarea siempre incompleta. Un lugar en el cual el decir pueda refugiarse contra el malestar en la civilización. Para eso, hay que estar ahí, presentes, en un lapso.