El acontecimiento Laurent o la vitalidad de un désir

GUIDO COLL

 “Mi trabajo se inscribe triplemente en este laminado de discurso en el que se anuda: En primer lugar, como psicoanalista me inscribo en este discurso que Freud fundó. Luego como lector de Lacan me inscribo en las consecuencias del retorno a Freud que él promovió (…)  Por último, como psicoanalista lacaniano me inscribo en lo que fue, no el retorno a Lacan, sino lo que resultó ser el comentario razonado -como el índice que había redactado en los escritos- emprendido por Jaques Alain Miller desde 1974 en Vincennes…”

Éric Laurent, Discurso de Investidura,
Doctorado Honoris Causa, UNC – 02/12/19

En Córdoba, el segundo día del mes de diciembre del 2019, la Universidad Nacional de Córdoba (U.N.C) le otorgó la distinción máxima que la casa de altos estudios detenta a un psicoanalista. Éric Laurent recibió el Doctor Honoris Causa.

Quizá con solo ese primer párrafo alcance para trasmitir en una reseña el valor de acontecimiento que tuvo el paso de Laurent por la Docta, teñido por el afecto que señaló Mariana Gómez en la primera de las tres presentaciones que tuvo el invitado.

 

En una época en donde impera la urgencia, la evaluación, la lógica del mercado, el empuje a la felicidad… que esta Universidad le entregue tal reconocimiento a un referente fundamental de una teoría y una práctica que se sostiene en la pregunta, en la reflexión, en el respeto por la singularidad y en el deseo subjetivo como es el psicoanálisis, no resulta menos que conmovedor.

Podríamos limitarnos a esperar a que se publiquen el discurso de investidura, su seminario en la Universidad y su participación en una conversación de Escuela, las tres modalidades que adoptó el paso de Laurent por Córdoba.

Pero invitado a decir algo más, a modo de un testigo privilegiado, me detendré en algunas cuestiones de forma, y no tanto de contenido, que hicieron de esta visita un verdadero acontecimiento.

Los lugares

Algo que trasmitió Lacan hace tiempo es que los lugares pre-interpretan. Por ello, siempre es útil señalarlos.

El rectorado antiguo de la Universidad Nacional de Córdoba, en el centro de la ciudad, acogió la ceremonia de nominación y el acto de investidura. La Sala de las Américas, ubicada en el Pabellón Argentina —punto neurálgico de la Ciudad Universitaria— fue el lugar para recibir a más de mil asistentes al seminario impartido por el reciente Doctor Honoris Causa de la U.N.C. El mismo estuvo inscripto en el marco de la Maestría en Teoría Psicoanalítica Lacanaina (MaTPsiL), de la Facultad de Psicología. Y finalmente, por la noche, la Escuela. Una conversación que tomó cuerpo en la Biblioteca Córdoba, epicentro cultural de las letras de la provincia.

 

 Los asistentes

Muchos de ellos —sobre todo entre los 1000 inscriptos al seminario dictado en la Universidad que llevó por título Las escrituras del inconsciente – La carne de la interpretación— todavía no habían nacido cuando Laurent visitó Córdoba la última vez, allá por 1992. Otros tantos, ni se imaginaban que existía algo así como el psicoanálisis por aquella época.

En contraste con éstos, asistieron también, analistas de espesa y larga trayectoria quienes, ya en la última visita del doctorado a esta ciudad, trabajaron con él en la conformación de la Escuela de la Orientación Lacaniana y la Asociación Mundial de Psicoanálisis. Destacamos aquí la presencia del presidente de la EOL, Daniel Millas y la presidenta de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, Angelina Harari, como también de aquellos que ejercen diferentes funciones en las instancias de una y otra institución.

Habría que agregar entre los asistentes de las diferentes actividades, aquellos que decidieron emprender una experiencia de análisis con Laurent y muchos analistas en formación, quienes elucidan su práctica con textos, escritos y conferencias del doctorado. También, muchos allegados que no hacen del psicoanálisis una práctica, pero se sirven de la teoría para explorar otros campos del conocimiento. Entre estos, algunos agentes de la cultura y otros más ligados a la academia.

Entonces, no es solamente el número —sala llena en el antiguo rectorado, con una pantalla de trasmisión en vivo en el patio interno del edificio, los mil asistentes inscriptos que desbordaron la Sala de las Américas, lugar con mayor capacidad de la Universidad, o la Biblioteca Córdoba llena de miembros y cartelizantes de la Escuela— sino la pluralidad de asistentes de diferentes procedencias y trayectos epistémicos y geográficos, lo que marcó este acontecimiento.

La enunciación

El nombre propio ligado a una causa que se trasmite en acto a partir de la enunciación. Una enunciación singular, precisa y clara. Más allá del rigor epistémico y el saber que se espera de alguien que recibe esta nominación, algo que fue variando entre “El nombre y la causa(título del discurso de investidura), “Escrituras del inconsciente/La carne de la interpretación”, (título del Seminario en la Universidad) o la conversación de la Escuela (“La formación del psicoanalista en la vida contemporánea”), podríamos ubicar la marca singular de sus enunciacionesa partir de la vitalidad de un désir.

Un día, tres actividades: un discurso, un seminario y una conversación. Un désir que vitaliza, sin dudas, al psicoanálisis como discurso y a la comunidad que lo hace existir.

El lazo

Los lugares, los asistentes y la enunciación por la vía del deseo, no hacen más que remitirse al Otro, al lazo. Una puesta en acto de lo que Laurent señaló en su discurso como la propuesta política del psicoanálisis: “Una nueva psicología de las masas (…) despejando el nombre del ideal, del esfuerzo de nominación de la causa, de trasponer a nivel social, una identificación no segregativa, una identificación que no separe en bloques separados a la civilización del individualismo de masas…”

Una apuesta siempre difícil que pone en juego el Uno y su paso por el Otro. Unos y otros, la Facultad de Psicología de la U.N.C, a través de su decana la Mgter. Patricia Altamirano, el equipo de la Maestría en Teoría Psicoanalítica Lacaniana, por intermedio de su coordinador académico, el Dr. Jorge Assef, la Escuela de la Orientación Lacaniana sección Córdoba, desde su Instancia Diagonal presidida por Gabriela Dargenton y acompañada por Adriana Laion y Alejandro Willington ,y la ciudad de Córdoba a través de sus museos, su biblioteca, sus calles.

Una decisión política de salir del Uno en una apuesta conjunta que, solo a veces, hace de un evento, un acontecimiento.