Andrés Miguel Fassi Jürgens es preparador físico, Director Técnico (DT) y empresario deportivo. Actualmente es Presidente del Club Atlético Talleres; fue elegido por los socios en noviembre de 2014, en el regreso a la normalidad institucional luego de la quiebra. Cuando decidió regresar al país, después de 25 años viviendo en el exterior, para trabajar por el club del cual es hincha desde los dos años de vida, Talleres estaba en una situación crítica tanto administrativa como deportivamente. Su política es novedosa y disruptiva respecto a la forma en que se gestionan los clubes en la región. Se propuso refundar Talleres, lo cual tuvo consecuencias en lo deportivo, pero también se reflejó en la expansión del club: se abrieron más de 200 filiales con socios en todas las provincias argentinas y en países extranjeros. Se trabajó en articulación con ámbitos públicos, privados y de la sociedad civil interesados en la temática del deporte, la educación y la solidaridad. También durante la presidencia de Andrés Fassi se abrió el Centro de Alto Rendimiento Deportivo Amadeo Nuccitelli, uno de los más sofisticados del continente, y se abrieron 120 escuelas oficiales de fútbol.
Un dato interesante: siete años atrás el club tenía 1.700 socios, pero en el contexto de la pandemia alcanzó a más de 50.000 socios activos, precisamente un momento donde la hinchada no pudo estar presente en la cancha, y eso a pesar de que algunos dicen que “jugar sin hinchada es como bailar sin música” (Galeano, 1995, p. 13). En el 2022, bajo la presidencia de Fassi, Talleres estuvo entre los 4 mejores equipos de la Argentina según la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol y entre los 8 mejores equipos de Latinoamérica, pues llegó siendo protagonista, a cuartos de final de la Copa Libertadores.
Al día siguiente de la eliminación de la Copa, Andrés Fassi dio a LAPSO la siguiente entrevista en el Centro Amadeo Nuccitelli. La conversación giró en torno a lo que despierta el club, la pasión por Talleres desde sus primeros recuerdos de vida y la decisión de trabajar allí, pero también sobre cómo se puso en juego la presencia durante la pandemia, cómo Talleres “se puso la camiseta” de las maneras más ingeniosas. Con un tono de voz alto y enérgico, con su presencia inconfundible, dio comienzo a esta conversación.
LAPSO- ¿Cómo surgió la idea de regresar al país para ser presidente de Talleres y que implica esta función?
Andrés Fassi- Esta pregunta tiene mucho que ver con la esencia de la charla. Hablando de presencia, justamente, me había tocado por mi vida en relación al fútbol estar 30 años fuera de mi país. Llevo 38 años en el fútbol, toda una historia en los equipos de Córdoba, en Buenos Aires con San Lorenzo, y ya después en México. Primero en la cancha como preparador físico, director técnico, y ya después como director deportivo, como CEO, como manager y bueno, después como propietario de equipos.
Cuando te toca estar afuera indudablemente que la nostalgia de tus orígenes siempre tiene un peso muy significativo, por más que en México fui llevando una vida extraordinaria. Con mi esposa nos casamos y llevamos 33 años juntos; nos fuimos a México sin hijos, recién casados, a los cinco o seis meses. Nuestros cuatro hijos son mexicanos, entonces imagínense todo el arraigo de lo que significa un país como México, y sobre todo Pachuca que fue mi casa durante 27 años. Estando allá, pudiendo empezar con esta linda responsabilidad que es el fútbol, y sobre todo a medida que el tiempo transcurre y van pasando los años, te vas dando cuenta de algunas cosas. Incluso hay periodistas que en algún momento me han preguntado cuál es la virtud más importante que vos podés considerar como tuya, y yo respondo algo que tiene que ver con esta respuesta que les estoy dando: lo más importante es darme cuenta de lo que a través del fútbol podés hacer y generar.
Entonces van pasando los años y ves la herramienta que tenés a través del fútbol, de poder generar y hacer cosas; que no es solamente armar un equipo para que gane un partido, un campeonato o una clasificación a una copa, o para trascender a nivel internacional. De lo que te vas dando cuenta es que la herramienta del deporte, en este caso la del fútbol, la de la pasión de la gente, genera algo único, que hay que cuidarlo con un altísimo nivel de responsabilidad. No es solamente saber hacer bien las cosas en relación a la elección de un buen técnico o de un buen grupo de jugadores. Es tener en cuenta a toda una ciudad, a la provincia; en el caso de Talleres son más de dos millones de hinchas que velan por la pasión de sus colores.
Entonces volviendo a la pregunta, estando en México me tocaba revivir toda esa pasión que tengo de chico. Desde el año y medio de vida, mi tío y mi padre ya me llevaban a la cancha. Imagínense que tengo esta pasión desde que nací, desde que tengo uso de razón. Me acuerdo de la baranda de la Boutique de Barrio Jardín, que debe tener 80 cm de altura, de cemento. Yo apoyado, haciendo fuerza en puntitas de pies, para poder ver la parte del pasto, es decir que en ese momento medía menos de 80 cm (se emociona). Imagínense desde qué momento tengo la aspiración, el sentimiento y la pasión de esos colores y de lo que significa Talleres para mí. Entonces, toda una vida pendiente de lo que es Talleres.
(Pie de Página en PDF – Texto al link de talleres en negrita con la foto de la cancha. en pdf la foto va en cuerpo del texto) El estadio de la Boutique en Barrio Jardín Espinosa, fue inaugurado en 1931. Se abre para acontecimientos especiales como La Noche de los Museos que organiza la Universidad Nacional de Córdoba junto a otros organismos. También es el lugar donde se realizan los partidos de los equipos juveniles y femenino que participan de torneos de AFA. El primer equipo juega de local en el Estadio Kempes.
L- En una entrevista contó cómo vivió la final del 1978 entre Talleres e Independiente, un partido histórico (incluso relatado en la literatura), en el cual su equipo perdió. Recordó que nunca había visto a tanta gente llorar en la calle y que su desazón duró días. Su madre le dijo “Tenés que darles a las cosas el valor que las cosas tienen”. Ud. dijo que ella no comprendía. ¿Cómo entender, entonces, una pasión?
A.F- Nunca me voy a olvidar cuando se juega la famosa final del 78….
La pasión tiene mucho de lógico y también mucho de ilógico. Mucho de sentido común, pero a su vez, en un punto no hay forma de interpretarla. Son situaciones, cosas que uno vive y que las vive de una manera tan especial que a veces es hasta difícil de describirla.
Tiene que ver con lo que les comentaba, que estando fuera de mi país y de mi ciudad, lejos de mi equipo, veía que hacía 18 años que no estaba en primera. Los últimos 8 o 9 años en tercera división. En quiebra. No desaparecía porque justamente la pasión de la gente es la que permitía que administrativamente no pudiese desaparecer, pero tal vez si hubiese sido por las situaciones estrictamente administrativas seguramente hubiese sucedido. No sucedió justamente por la pasión de la gente. Los que finalmente tienen que darle el puntapié final, los que tienen que firmar la quiebra, pueden hacer que esto ya no suceda más, que ya no se repita, que dejen de competir, ¿pero cómo matás la pasión de la gente? no hay forma. Gracias a ello Talleres se mantiene.
Y como les contaba, un día me hice la pregunta. En ese momento tenía 51-52 años (hoy tengo 60), y me respondí: si no voy a Córdoba, con todas las posibilidades que me dio el fútbol, después de todo lo que me tocó vivir alrededor de ese mundo, si no voy y ayudo, a mi país, a mi ciudad y a mi equipo, seguramente en 20 o 25 años me voy a arrepentir, y a una edad en la que ya no lo podría hacer. Me iba a decir: «pero y vos con todo lo que pudiste hacer dentro del fútbol, ¿cómo no fuiste?”. Porque esto es pasión, es tu vida, tu convicción, es dejar un montón de cosas inentendibles e inexplicables, como me lo decían todos mis amigos, todos, todos, los que te imaginás y los que no, me decían “¿qué vas a hacer a Córdoba?”, “a Talleres tercera división, fundido, muerto, vos que estás en Pachuca”, donde habíamos salido 16 veces campeón, seis títulos de liga, 4 mundiales de clubes, habíamos generado un proyecto único. Por eso me decían: “¿qué te vas a hacer a Argentina?”. Un deseo.
L- ¿Y cómo resguardar ese deseo al que alude de los imperativos del mercado?
A.F- Nos acaba de pasar hace 24 hs. una situación muy especial. El fútbol, tiene este tipo de cosas. Es capaz de paralizar una ciudad como viene sucediendo en estos últimos meses y como se paralizó la ciudad el miércoles pasado (cuando nos tocó ir a jugar el partido cuarto de final de la Copa Libertadores). Talleres nunca en la historia había accedido a la posibilidad de estar en una semifinal de Copa Libertadores. Por primera vez estábamos en octavos, por primera vez estábamos en cuartos y la pasión libera una adrenalina que de repente es totalmente desmedida. Pero los que estamos a cargo de esta estructura, tenemos que hacer para que esto sea medido. Para el hincha de Talleres, hace 24 hs, no podía existir en la historia mayor alegría que hasta ese momento. Y hoy un enorme nivel de desazón. Entonces ¿qué pasa? ese famoso refrán de que cualquier victoria, cualquier título y cualquier alegría… que no dure más de 24 hs. Cualquier derrota, cualquier amargura, cualquier frustración de no obtener un resultado, que no dure más de 24 hs y cuando vos empezás a buscar el equilibrio del éxito o del no resultado obtenido y vas buscando la ecuanimidad, ahí empezás a generar un poco el equilibrio. Porque la pasión no te permite ser tan racional. El hincha no siempre tiene ese raciocinio, está en el éxtasis. Y vos, desde este lugar, sabés que al otro día hay que estar. Levantarte y citar a todos, a tus directores, tus coordinadores, tus jugadores, tus técnicos para poder decirles «Muchachos, Talleres sigue de pie”. No perder de vista el camino, lo que pasó en estos 8 meses. El camino es este, es el del protagonismo del club, estar presentes, luchar todos en equipo.
L- En su larga experiencia con equipos de fútbol ¿cómo convive lo singular con el espíritu de lo colectivo de un equipo? o bien ¿cómo conviven lo singular y lo colectivo en el club que preside?
A.F- Miguel Cavatorta[1] usó una frase cuando hicimos una reunión en la antesala de los cuartos de final de Copa Libertadores. Convocamos a todos los equipos de trabajo del club, a todos. Desde los que trabajan en mantenimiento, comunicación, scouting, divisiones inferiores, administración, comercial, deportivos… absolutamente a todos. Juntamos a “los equipos detrás del equipo”, reconociendo que sería imposible que el equipo estuviera jugando en la instancia en que estaba jugando si no hubiésemos tenido a todos esos equipos. Es generar que “Talleres sea un solo Talleres”. Porque sabemos que es tan importante el trabajo del que acaba de pasar la máquina recién para que mañana cuando vengan esté esto impecable (señala la cancha), como el que limpia la ropa, como el que te hace el desayuno desde las 6 de la mañana, como el que está en el gimnasio, como el que prepara un entrenamiento, así como el chico que viene desde Jujuy, tiene 12 años y dejó su casa. ¡Dejó su casa! Imagínense el nivel de responsabilidad.
L- Ud., en la última asamblea del club, refirió a los lazos inquebrantables de Talleres ¿Cómo se sostuvieron en la pandemia durante todos los meses en los que no se pudo asistir a la cancha?
A.F- Creo que no existe un valor más significativo en una institución que el sentido de pertenencia, por eso a veces, cuando hablamos de la situación post pandemia y de la situación que nos tocó vivir, en nuestro caso, fue el acostumbrarnos a entrenar a través de Zoom, a tener charlas a través de la pantalla, de acostumbrarnos a intercomunicarnos así, también ver que finalmente fuimos cumpliendo ciertos objetivos, pero el más importante que es el del encuentro y la contención afectiva, definitivamente lo fuiste perdiendo. Y es algo que esta institución trata de ponerlo como un aspecto preponderante por sobre cualquier otra cosa. Si vos me preguntás: ¿qué es lo más importante que tiene Talleres hoy? es como les decía, lo que se genera con el sentido de pertenencia.
Durante la pandemia la gente no podía ir a la cancha y ¿qué hicimos? Justamente tomamos 8 decisiones que tenían que ver con sostener los lazos inquebrantables, en un momento donde no podíamos estar presentes de otra manera. Por ejemplo, hicimos una camiseta para los hinchas con sus nombres. Fue una manera de decirle a los socios que si bien no podían estar en la cancha, estaban presentes, estaban en la camiseta con la que el jugador estaba jugando el torneo. Es cierto, “no podés estar en la tribuna, pero estás” y fue una forma de estar presentes. En otro momento trabajamos con las fotografías; empezamos a ponerlas en la platea, era “tu foto”. Hacíamos flashes con 7 mil, 8 mil fotos en cada costado de la tribuna, para que vos como hincha “estés”, pero también para que el jugador se moviera y viera las caras de toda la hinchada. Entraba el equipo a la cancha y poníamos el sonido ambiente de la gente cantando, trabajamos para que sintiera que estaba en la cancha con su gente. Y trabajamos mucho para generar un montón de situaciones que tenían que ver con eso, que la presencia se sintiera. Aun así, te das cuenta que no tenés forma de cambiar la frialdad de una pantalla por la posibilidad de encontrarse, de compartir, de estar, no hay forma…
L- También dijo “Talleres es el alma de la ciudad”. ¿Cómo se ponen la camiseta en la ciudad o cuál es el signo de esa presencia? y qué significa “Talleres es una forma de vida”.
A.F- Cuando voy caminando por la calle me paran hinchas de otros clubes que reconocen cómo se transformó Talleres, la infraestructura, el trabajo en lo social, las escuelas. Te das cuenta que el símbolo de la gestión tiene que ver con lo que pasa en la ciudad. Nos tenemos que dar cuenta de la potencialidad que tiene esto y lo que podemos generar en esos 2 millones de vidas de esos hinchas.
“Talleres es una forma de vida” es una concepción que va mucho más allá de un estilo de juego. El estilo de juego es estrictamente, tal vez, lo que históricamente ha pasado dentro del campo de juego, tiene que ver con una ideología de juego, donde vos siempre buscás entrenadores y jugadores con cierto perfil que determinan un estilo. El estilo de juego de Talleres es vistoso, bien jugado. En términos técnicos, pelota al piso, asociación, velocidad. Históricamente ese es el estilo de juego de Talleres (en contrapartida a otros equipos que buscan ser protagonistas a partir de otros conceptos).
Pero decir Talleres es una forma de vida, es lo que nosotros mecanizamos en las escuelas de fútbol, donde hay más de 1500 jóvenes que todos los fines de semana pasan los sábados por el predio, y la cantidad que de lunes a viernes vienen a entrenar y a jugar. El día que llegás a esta institución, te ponés la camiseta de Talleres y ya tenés el escudo. Talleres te plantea ser un embajador muy especial, con determinados valores; si estás en escuela de fútbol o en divisiones inferiores, manejar tales normas, si estás en divisiones inferiores, si sos entrenador y si sos hincha, también. Tiene que ver con un estilo, con una forma de vida. Talleres es un club que deja huella, definitivamente.
L- En la literatura encontramos la expresión de que el fútbol es el arte de lo imprevisto y también “la música del cuerpo». ¿Qué podría decirnos del fútbol como experiencia del cuerpo?
A.F- Creo que lo ves permanentemente en la tribuna, porque en Talleres no juegan solamente aquellos a los que les toca jugar, jugamos todos. El miércoles (en los cuartos de final de Copa Libertadores) jugó la gente. Si ven la demostración de lo que generó la gente en la cancha, esa presencia, cuando había esperanza de ganar, pero también cuando había terminado el partido. Siguió jugando la gente, expresándose el cuerpo. Mucho más allá de ese motor que te mueve al comenzar un partido, porque es fácil que te mueva el triunfo, pero es muy difícil tener 60 mil personas en la cancha que te sigan moviendo a pesar de la derrota, a pesar de la desilusión de no obtener el resultado. El miércoles pasado las 60 mil personas siguieron cantando, expresándose, expresando ese sentimiento…es la expresión de cada uno, a su manera. Las vivimos, y el cuerpo es el que manifiesta esa pasión que muchas veces da sentido a la vida. He escuchado a gente decir no me importa “esto, esto y esto (lo dice señalando con las manos y con tono de voz enérgico), pero no me toques a Talleres” o “lo que sea pero yo a Talleres voy a verlo”. ¿Saben que el 70% de los socios al día con la cuota es gente de recursos medios bajos? ¡¡¡El 70%!!! Eso te demuestra lo que significa Talleres para esa gente. Por eso el mensaje a los directores, a los jugadores, a los entrenadores, a los técnicos, de decir: “muchachos nuestra responsabilidad es muy grande. Son 2 millones de personas y para muchos de ellos la única alegría se juega el fin de semana”. Entonces tenemos presente cuánto significa nuestra responsabilidad y lo que le da a cada uno la pasión de su equipo.
[1] Miguel Cavatorta es Director de Comunicación y Vinculación Institucional Club Atlético Talleres.