Pandemia ¿Un acontecimiento para la clínica del psicoanálisis?

DIEGO GARECA FIGUEROA

Desde tiempos inmemoriales los cuentos por las noches, en la voz de los padres, hacen dormir a los niños. Los amantes al teléfono alivian la lejanía de los cuerpos, en la invención de una presencia magnificada por lo imposible del encuentro. – Cortá vos/ – No, cortá vos…. La voz de Erik en la obra El fantasma de la Ópera, es la que seduce a Christine e introduce el drama. La potencia de la voz se ha dejado vislumbrar fuera del campo del psicoanálisis, aún antes de que Jacques Lacan aislara la pulsión invocante a la altura de su seminario 10, ampliando los objetos situados por Freud. Dice Lacan: ”En efecto, nos hemos encontrado en la necesidad, debido a la experiencia de la angustia, de añadir al objeto oral, al objeto anal y al objeto fálico- cada uno generador y correlativo de un tipo de angustia- otros dos pisos del objeto, llevándolos, pues hasta cinco.

Desde hace dos de nuestros encuentros, estoy en el piso del ojo. Hoy voy a situarme en él de nuevo para hacerlos pasar al piso que ahora se trata de abordar, el del oído.” (Lacan, 2018, p.263)

La radio- antes que la televisión colocara su acento en la imagen- produjo sujetos expectantes a la voz, no solo como un simple medio de información, sino al punto incluso de “enamorarse” de una voz particular y su efecto de pacificación.

Theodore Reik, psicólogo cercano a Freud, para quién el creador del psicoanálisis escribiera su eminente texto Psicoanálisis profano (Freud, 2003 [1926]) refiriendo que los legos pueden ejercer el psicoanálisis, relata fragmentos de su análisis con Freud, hacia el final del mismo: “Casi al final de esa última sesión, escuché por primera vez su voz baja pero firme. Dijo solo unas pocas palabras, se trataba de una simple pregunta, pero su eco resonó en mi durante mucho tiempo (…) constituyó una sorpresa completa. (…) aguardé como si esperara una explicación, pero no hubo ninguna. Sólo silencio.” (Reik, 1965, p.210- 211)

Esta intervención de Freud relatada muy puntualmente por Reik da cuenta de los efectos de la voz en el cuerpo. Continúa “…entonces (…) un súbito y leve mareo, solo una alusión a la sensación, el eco de una melodía familiar”. A partir de este momento se provoca para Reik un alivio duradero que disipa los fenómenos en el cuerpo con los que lidiaba hasta el momento.

La inclusión del diván en el dispositivo analítico, sitúa una peculiar relación del psicoanálisis con la voz, quita al sujeto de la relación con la imagen del analista, dando eminente prevalencia al encuentro del sujeto con su propia cadena significante y con la voz del analista (susurros, expresiones, ruidos, exclamaciones).

Un acontecimiento, quizás, sin hacer futurología, sino pesquisando los cambios inmediatos, imprime una marca decisiva en nuestra clínica. La pandemia producida por el COVID-19 ha tocado de lleno nuestras posibilidades de intervención. Los encuentros no son posibles, y si los son, es a costa de un riesgo inminente. Esto ha repercutido en los analistas que amigándose nuevamente con sus soportes tecnológicos han comenzado, masivamente, a ofrecer nuevos espacios mediatizados por internet y plataformas de audio-video.

Algunos meses atrás, muchos de nosotros hubiésemos presentado nuestros argumentos a los pacientes para referir la necesidad del cuerpo en el análisis, el del sujeto con sus dolencias, afecciones, dificultades e inhibiciones y el del analista puesto en juego en la transferencia.

Es cierto, eso no cambió: hace falta contar con el cuerpo en un análisis. La pregunta que nos propone este hecho único- al menos en nuestra historia reciente -es: ¿Es posible hacer existir un cuerpo en los análisis virtuales?

La virtualidad nos sitúa en las coordenadas de dos objetos pulsionales, que juegan un papel fundamental en el curso de un análisis: la voz y la mirada.

Respecto de la Mirada, tomaremos una referencia de la literatura. Amelié Nothomb escribe: “Los ojos de los seres vivos poseen la más sorprendente de las virtudes: la mirada. No existe nada tan singular. De las orejas de las criaturas no decimos que poseen una “escuchada”, ni de sus narices que poseen una “olida” o una “aspirada”.

¿Qué es la mirada? Ninguna palabra puede aproximarse a su extraña esencia. Y, sin embargo, la mirada existe. Incluso podría decirse que pocas realidades existen hasta tal punto”. (Nothomb, 2017, p. 8)

Quizás no estemos de acuerdo con la escritora respecto de la “escuchada”, de hecho acabamos de mencionar la potencia de la voz, pero su atención a la mirada se pone en juego hoy de una manera patente.

Nuestros tiempos tienen mucho que ver con la imagen y Heidegger asombrosamente lo anticipaba en 1938, antes incluso de la existencia del televisor en su texto La época de la imagen del mundo. Allí el filósofo anticipa que cada época tenía una imagen de su tiempo, pero que en estos tiempos había una inversión, el mundo se tornaba imagen.

Bajo estas condiciones se suma un acontecimiento que nos obliga a jugar nuestras cartas, a hablar de lo que no se hablaba o se hablaba poco. Algunos, ya exploraban estas prácticas virtuales, con el acuerdo o no de sus colegas. Pero esto nos obliga a poner el tema sobre el tapete.

Los analizantes se han visto tomados por lo más singular de su angustia en relación a un suceso global, recurriendo a analistas que han jugado la partida con su “saber hacer” dando lugar a algo nuevo en nuestra clínica.

Como refiere Marcus André Vieira en la conversación sostenida con Luis Salamone (2020) “Tal vez, cuando esto pase, no se pueda no hablar más de esto” (en relación a los análisis a distancia).

¿Será desde ahora el análisis virtual una nueva forma que se sostenga más allá de toda pandemia como alternativa posible al encuentro en un consultorio? Me atrevería a responder por la positiva, no sin advertir que es algo nuevo en la clínica, que no sustituye. Hay diferencias sustanciales.

Referencias

  • Conversaciones sobre psicoanálisis y la época (2020) Luis Salamone con Marcus André Vieira, disponible en https://www.youtube.com/watch?v=rbCZeYTdTEs&feature=share&fbclid=IwAR2MC7luJ8k5d8rI-27-vSxmUnvfIg7lnHj4pdC0x-c7P6cl4_4RJz6zr1w

  • Freud, S., (2003) [1926] Obras Completas, Tomo 3, Análisis profano, Buenos Aires: Biblioteca Nueva.

  • Heidegger, M. (1996) [1938] “La época de la imagen del mundo”, en: caminos de bosque, Madrid: Alianza.

  • Lacan, J., (2018) El Seminario, Libro 10. La angustia. Buenos Aires: Paidós.

  • Nothomb, A. (2017) Metafísica de los tubos, Barcelona: Anagrama.

  • Raik, T. (1965) Confesiones de un psicoanalista, Buenos Aires: Paidós.